viernes, 30 de septiembre de 2022

RELAJACIÓN Y VISUALIZACIÓN

 


La relajación y la visualización sanan el cuerpo, la mente y el espíritu. La relajación muscular progresiva y la respiración controlada ayudan a aliviar la tensión y el estrés.

Las imágenes guiadas estimulan a todos a experimentar la armonía interior, a curar trastornos físicos y emocionales, a agudizar la conciencia del cuerpo, a mejorar la relajación, a entrar en contacto con la fuente de energía curativa espiritual y emocional que existe en nuestro interior, a recibir orientación del propio guía interior y a conectarnos con el entorno.

¿Qué es la relajación?

Es una práctica milenaria que consiste en soltar los músculos y los nervios e ir dejando todo el cuerpo flojo, para detectar y eliminar las tensiones que se nos acumulan a lo largo del día.

La relajación en Yoga es denominada relajación consciente. La relajación es simplemente cuestión de práctica. Existen muchas técnicas, pero la más simple y fácil es la que podríamos denominar relajación pasiva, llamada así porque la persona se abandona a las indicaciones verbales del profesor y se deja envolver por su voz, abandonándose más y más, progresivamente.

La relajación se realiza tumbados boca arriba o de costado en algunos casos (mujeres embarazadas), invitando a los asistentes a que respiren tranquilamente y de forma silenciosa con una duración mínima de 5 minutos, aunque puede alargarse en función de la disponibilidad horaria o la conveniencia, con el objetivo de lograr distensión, inmovilidad y silencio.

También podemos introducir momentos “cortos” de relajación en medio de una clase, y siempre en función de la intensidad y el esfuerzo realizado en las series programadas.

Otras opciones son las “ocupaciones mentales”, es decir, invitar al alumno a estar presente consigo mismo y presente por sí mismo. No sería muy acertado aflojar el cuerpo y seguir con la mente dispersa.

Los BENEFICIOS pueden ser muchos y variados:

* Previene y ayuda a eliminar la tensión física, mental y emocional.

* Ayuda a prevenir la irritabilidad, la intranquilidad, el insomnio, o los estados de agitación.

* Nos enseña a estar con nosotros mismos y a disfrutar de un estado de sosiego.

* Facilita el aprovechamiento de energías.

* Previene contra numerosos trastornos psicosomáticos.

* Nos enseña a relacionarnos con el cuerpo a nivel vivencial.

* Intensifica el autocontrol y desarrolla el sentido de disciplina.

* Ayuda y puede prevenir a superar el estrés y los disgustos recibidos en el entorno familiar, social o laboral.

* Canaliza la agresividad.

Con la práctica suficiente, la persona irá conquistando la denominada “respuesta de relajación”, que podrá desencadenar en cualquier momento y circunstancia, así como en cualquier posición corporal.

¿Qué es la visualización?

Cuando una persona se imagina corriendo, la imagen mental de su cuerpo en movimiento influye sobre su condición física y sus músculos.

La visualización, la creación de imágenes mentales, se emplea hoy día en el Yoga muy ampliamente. La visualización propone al individuo que realice sus deseos u objetivos mediante la creación de imágenes mentales positivas.

Nuestra civilización occidental actual es la civilización de la imagen, y en Yoga nos valemos de la palabra para transmitir imágenes que transporten al practicante a espacios abiertos, luminosos, en donde la violencia, la ira, el desprecio no tengan cabida.

Cuando hablamos de visualización, hablamos también de sueño, ya que visualizar es ver con los ojos cerrados: es ver una imagen como las que vemos en sueños. El sueño es muy singular, extraño, imprevisible: ya decía Freud: “el sueño es la realización de un deseo” y es eso precisamente lo que intentamos transmitir, sueños agradables, positivos, con mensajes constructivos y amorosos, que nos lleguen al corazón.

Tenemos que aprender a crear imágenes mentales de las cosas que nos resultan esenciales. Éste es el objetivo principal de la visualización.

La visualización es una técnica que nos permite ser libres para elegir la información y la programación que más nos guste, y en esa faceta estamos, en ser guías e instructores de personas con un espíritu libre.

La visualización utiliza la imaginación para crear imágenes mentales. Una imagen mental es creativa, activa, dinámica, y este dinamismo es superior al de la voluntad. El dinamismo con que creamos imágenes mentales positivas conduce, tarde o temprano, a su realización. La imagen o la sensación creadas por la mente son estímulos que impresionan las vías nerviosas responsables de la visión o la sensación, hasta llegar el cerebro, donde son percibidas y registradas. Entonces la corteza cerebral emite la respuesta fisiológica apropiada, al igual que ocurre cuando se trata de una percepción real.

La visualización resulta aún más eficaz cuando la imagen mental o la sensación están asociadas a una emoción. Esto ocasiona una reacción fisiológica que afecta simultáneamente a los sistemas nervioso, hormonal e inmunitario.

De este modo, mediante la práctica regular de ejercicios de visualización adecuados, es posible regular y reforzar el equilibrio del sistema nervioso o el hormonal, así como estimular la actividad del sistema inmunitario. Durante la visualización podemos reducir el ritmo respiratorio, o el ritmo cardíaco, o la presión arterial, y relajar todos los músculos.

La práctica de la visualización nos ofrece la posibilidad de convertirnos en creadores, en seres libres y eficientes, es decir, nos brinda la posibilidad de desarrollar nuestras facultades al máximo.

Esta técnica se aplica a la globalidad del ser, al ser físico, al ser emocional, al ser mental y al ser espiritual.

Estas dos propuestas, la relajación y la visualización irán de la mano y se practican al final de la sesión con el fin de afianzar la imagen mental en el subconsciente y que se haga realidad.

La técnica propuesta

* Elegir un contenido con una visualización concreta y esencial que podemos practicar todos los días con el fin de afianzar la imagen mental en el subconsciente y siempre al final de la clase.

a) Primera fase: la respiración amplia. Como no, vuelve a aparecer la respiración que será amplia, regular y profunda, siempre nasal, produciendo una relajación profunda de todo el organismo para crear armonía y equilibrio

b) Segunda fase: la relajación: completamente inmóvil y con los párpados cerrados, concentrar la atención en diversas partes del cuerpo para soltar tensiones. No hay que dormirse, hay que buscar el descanso, la parada, pero el espíritu continúa despierto y vigilante.

c) Tercera fase: la visualización. Podemos empezar con situaciones sencillas, por ejemplo una flor, un estanque, una montaña; no la fuerces, no crees tensión, simplemente llévala a tu conciencia y consérvala allí. Para conferirle más fuerza y hacerla vivir podemos asociarla a una sensación, que evoque nuestra espiritualidad, que provoque una sensación de paz y tranquilidad.

d) Cuarta fase: la afirmación. Tras evocar la imagen, podemos formular una afirmación positiva, corta, simple y clara que se corresponda con la imagen mental elegida. Utilizar el planteamiento positivo. La afirmación es como una orden que la consciencia da al subconsciente.

El uso de la voz

Hay que hablar con tono tranquilo, reconfortante, firme. Hay que dejar que la voz fluya, suave y algo monótona, pero sin susurrar.

Al principio utilizar un volumen alto de voz, para ir suavizándola, ya que al aumentar la relajación aumenta la agudeza auditiva. Se pueden modular la voz levantándola en la tensión y bajándola cuando sugiera relajación.