miércoles, 16 de diciembre de 2020

AFIRMACIONES DE CONCIENCIA PARA LA PROSPERIDAD Y EL ÉXITO


Vivimos en una sociedad en la cual el éxito suele ser la medida de todas las cosas. Éxito profesional, éxito social, éxito económico… Tener éxito parece ser el fin, el objetivo casi único de todos los seres humanos.

¿Pero qué es el éxito? ¿Qué es la prosperidad? ¿Qué significa ser una persona afortunada? En contra de lo que nos dice esta sociedad, no es el dinero, ni los bienes, ni los títulos o el reconocimiento social. El éxito se produce cuando haces que tu personalidad real se despliegue. Cuando logras ser feliz y haces que todos a tu alrededor sean felices. Cuando estás satisfecha y haces que los demás estén satisfechos. Cuando estás sana, y haces que todos estén sanos.

Hay unas pocas facultades necesarias para ser afortunados: Bondad. Paciencia. Organización. Coraje. Autenticidad. Y hay también una serie de valores imprescindibles: Espíritu. Verdad. Constancia. Y una idea: interiorizar la idea de que has cumplido con tu deber en el pasado, que lo cumples ahora y que lo cumplirás en el futuro.

A continuación, vamos a crear las condiciones necesarias para que nuestra buena voluntad prevalezca y defina nuestra actuación repitiendo mentalmente estas afirmaciones:

La ley infinita de la abundancia fluye a través de mí.

Soy el canal del amor y de las bendiciones, a través del cual todo lo bueno se expresa.

Soy una persona próspera y exitosa.

Experimento la bonanza de muchas cosas buenas.

Estoy en sintonía con la plenitud interior, que es la fuente de todo suministro.

Soy uno/una con la riqueza de la vida.

Mi conciencia se expande y soy una persona productiva y útil.

Me dedico a hacer buenos trabajos para todo el mundo, y la bonanza retorna a mí multiplicada.

Es exitoso aquel que ha vivido bien, reído a menudo y amado mucho, aquel cuya vida es una inspiración, cuya memoria es una bendición.

Creo en el vivir bien. Soy una buena persona. Pongo en mi tránsito por la vida todo lo que tengo.

Hago un buen trabajo en hacer de mí lo mejor y más alto.

Vivo en la generosidad y la extroversión.

Tengo una equivalencia mental de expansión y crecimiento.

Alabo y bendigo los recursos internos de mi espíritu.

Doy gracias por mis talentos y habilidades. Estoy desarrollándome constantemente.

Cada día estoy un poco más cerca de mi meta de realización.

La riqueza del reino interno está vertiéndose sobre mi mente y mi corazón a cada momento.

Mi copa rebosa. Todo lo que el Universo posee es mío.

Estoy permanentemente en conexión con el flujo enriquecedor de la vida. Me renueva, refresca y repone. Me transformo gracias a la renovación de mi mente.

El Universo sabe qué necesito antes de que lo pida.

Es un privilegio del Universo darme su reino. Yo lo acepto. Lo uso sabiamente, lo aumento y se lo traspaso a los demás.

Soy rico/a en cada sentido del mundo.

Estoy lleno/a a rebosar.

Alabo al Universo del que llegan todas las bendiciones.

Doy gracias por la abundancia ilimitada ahora.

Y así es.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

INMERSIÓN GONG "LA GRAN CONJUNCIÓN": CELEBRA LA ALINEACIÓN DE JÚPITER Y SATURNO CON LAS VIBRACIONES CÓSMICAS DE LOS GONGS PLANETARIOS

 




El día 21 de diciembre es un día muy especial. El Sol ingresa en el signo de Capricornio, mientras que Júpiter y Saturno hacen conjunción y además acontece el solsticio de invierno en el hemisferio norte (de verano en el hemisferio sur). Esta alineación astrológica y astronómica va a proporcionar una nueva energía que podemos describir como “el gran salto”, ya que nos invita a evolucionar.

Está a punto de suceder una alineación planetaria que no se ha visto en 800 años, concretamente desde el 4 de marzo de 1226. Esta conjunción entre planetas podrá ser vista entre el 16 y 21 de diciembre, días en los que Júpiter y Saturno nos regalarán un gran espectáculo de alineación y aparentarán ser un "planeta doble”. La conjunción de este año será acompañada por una conjunción del Sol y Mercurio en el signo de Capricornio, el signo que gobierna Saturno.

Una conjunción Júpiter-Saturno determina los sucesos globales a lo largo de varias décadas. Como resultado, estos días de diciembre van a generar el comienzo de una fase en la cual se abre la posibilidad de construir un mundo o una sociedad nueva, aunque con la condición de que actuemos desde lo colectivo, desde los objetivos comunes, y dejando de lado el ego y la individualidad. Es muy conocida en la astrología la asociación de esta conjunción con el nacimiento de Cristo y con la misma estrella de Belén.

A Saturno se le identifica generalmente con aspectos más bien negativos (sobre todo la contracción) y a Júpiter con aspectos positivos (la expansión). En la India, a Saturno se le vincula directamente con el karma (los actos y sus resultados). Júpiter (Zeus) era por supuesto el líder de los olímpicos, el dios que había desterrado a su propio padre, Cronos (Saturno), el tiempo que devora a sus hijos. La astrología asocia a Júpiter con los sentimientos exaltados, la riqueza, la salud, la educación, y el liderazgo.

Saturno encabeza la última esfera, la inteligencia más alta, y es el guardián de la puerta hacia la libertad que trasciende el mundo material. Saturno rige los meses invernales, donde la tierra es gris y seca. Saturno en Capricornio es necesariamente un signo de contracción, de limitación o de restricción, generalmente ejemplificado en modelos conservadores y en recesión económica.

¿Cómo puede verse esto reflejado en el desafío de esta gran Conjunción? ¿Lograremos un nuevo despertar, un pasaje hacia lo ‘nuevo’? Las conjunciones señalan los finales de ciclos significativos, tanto a nivel personal como social, y el comienzo de nuevas eras. Es muy probable que veamos reorganizaciones radicales a nivel social y cambios inesperados en el equilibrio político y económico del mundo.

A partir de este momento quizá miremos hacia el futuro con más confianza, abandonando viejas ideas y estructuras. Los obstáculos con los que nos encontremos ya no parecerán imposibles de superar, sobre todo si las cosas han sido planificadas de antemano con paciencia y pragmatismo. Júpiter en Acuario junto con Saturno nos alienta a identificar los temores que nos impiden progresar y superarlos a través de medios poco comunes e incluso claramente heterodoxos.

En Armonía BCN seguiremos esta inusitada conjunción astronómica, y la celebraremos junto al Solsticio de Invierno (el día más corto del año). Para ello, utilizaremos nuestros Gongs Planetarios y sus poderosas vibraciones, además de otros instrumentos como Cuencos de Cuarzo, Tibetanos, Bilas, Tambores, cantos, etc. Serán dos horas de sonido ininterrumpido (equivalentes a dos Baños de Gong completos) para celebrar el Cambio, abrazar lo Nuevo, apostar por la Renovación.

Recuerda que el Gong es el instrumento que nos devuelve al momento en que se creó el Universo; hace de eso 13.500 millones de años. Su sonido nos permite atravesar la inmensidad del océano cósmico en busca de la primera vibración, de la primera onda de consciencia surgida del vacío primordial. ¿Qué mejor acompañamiento para esa Gran Conjunción astronómica que la vibración de los instrumentos que mejor se relacionan con el Cosmos y sus leyes fundamentales?

El concierto será presencial, aunque disponemos de plazas muy limitadas en número, por lo que, si deseas seguir el concierto y no te puedes desplazar o no nos quedan plazas libres, puedes hacerlo en diferido, pues grabaremos todo el concierto y lo subiremos a YouTube en modo “privado”, para que sólo puedan acceder las personas a las que les enviemos el enlace al vídeo.

Pero eso no es todo. Debido a la importancia de este momento astrológico, esta Inmersión Gong del día 20 se complementará con otros dos eventos: un Ritual Gong de una hora de duración para el mismo día 21 de diciembre, y otra Inmersión Gong de dos horas para el día 2 de enero, que servirá para saludar el nuevo año y enfocarnos en nuestros objetivos y planes para 2021.

Más información y reservas: armoniayoga@hotmail.es.

Aportación presencial: 20 €.

Aportación no presencial: 10 €.