Extraídos
del libro de Peter Kelder “El secreto
tibetano de la eterna juventud”, en el que se ensalzan las virtudes de estos
ejercicios, relativamente sencillos y, eso sí, precisan constancia y asiduidad
para comprobar sus efectos.
RITO Nº 1
La
postura es de pie, con los brazos extendidos horizontales al suelo. Empezar a
girar lentamente sin moverse del punto en que se está, en dirección horaria. Al
principio no se puede girar muchas veces pues lo general la persona
principiante se mareará, así que no forzarse y parar antes de marearse. Se
recomienda enfocar la vista en un punto para facilitar el ejercicio, pero es
cuestión de práctica y tiempo.
RITO Nº2
La
postura se inicia tumbado boca arriba, con los brazos extendidos a lo largo del
cuerpo y las palmas contra el suelo, con los dedos juntos. Inhalar y levantar
la cabeza llevando la barbilla al pecho; y a la vez, se alzan las piernas
rectas hasta la vertical. Se exhala y se bajan lentamente la cabeza y las
piernas, regresando a la posición original. Relajar y repetir el rito.
RITO Nº3
La
postura es arrodillado en el suelo con la espalda recta, los brazos estirados y
las manos sobre los muslos por detrás. Inhala y exhalo bajando la cabeza para
tocar con la barbilla el pecho. Inhalando, suavemente se lleva la cabeza hacia
atrás arqueando la columna , exhalando
se regresa a la posición original y se repite el rito.
RITO Nº 4
La
postura se inicia sentado en el suelo con las piernas rectas y los pies
separados a una distancia igual al ancho de los hombros. Los brazos rectos a
lo largo y con las palmas apoyadas en el
suelo al lado de las caderas y en dirigidas hacia los pies. Inhala y exhalando
llevo la barbilla hacia el pecho, inhalo y dejo caer la cabeza hacia atrás y al
mismo tiempo levanto el cuerpo doblando las rodillas y con los pies apoyados en
el suelo. Los brazos quedan rectos y las palmas apoyadas en el suelo. Los
soportes serán las palmas de las manos y los pies. Exhalar y volver a la
posición original. Repetir el rito.
RITO Nº 5
Exhalando, se doblan las caderas y el cuerpo se queda como una V invertida. Los apoyos son los pies y las palmas de las manos. Regresar a la posición original y repetir el rito.
Las repeticiones de cada rito se recomienda que se inicie gradualmente, a no ser que sea un practicante de yoga. Se recomienda empezar en tres repeticiones por rito, durante una semana, e ir aumentando de 2 en dos cada semana, hasta llegar a 21 repeticiones. La práctica no dura más de 15 minutos por lo que estaría bien practicarlos diariamente.
Efectos
de la practica asidua: en general son restaurar la salud y la vitalidad del
cuerpo, alivia problemas de articulaciones, de dolor, de artritis, de memoria,
de peso, mejora la sensación de bienestar físico, emocional y mental. Los ritos
tibetanos activan y estimulas las glándulas del sistema endocrino, el cual
interviene en el funcionamiento general del cuerpo y de su envejecimiento.
Contraindicaciones:
problemas de corazón, eclerosis, Parkison, artritis severa, vértigo, presión arterial
alta o baja, hipertiroidismo. Lo razonable es que en caso de cualquier problema
de salud se consulte al personal médico adecuado sobre la viabilidad o no de
estos ejercicios para el caso concreto.
Bibiji
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