martes, 14 de junio de 2022

Cosmobiologia: el ADN del Universo



 El conocimiento de la naturaleza siempre ha ocupado al ser humano. En todas las épocas, la Humanidad ha tratado de conocer y dominar su entorno más inmediato, su medio ambiente, porque de esta forma se facilitaba su supervivencia y mejoraba su calidad de vida. Pero también ha tratado de entender la naturaleza en su conjunto, el Universo, y de comprender su lugar en él. Desde los orígenes de la civilización, todas las culturas han propuesto representaciones del Universo e interpretaciones de su lugar en el orden del Cosmos. De tipo religioso o mitológico en la antigüedad, y desde un punto de vista científico después. El recorrido histórico por todas las imágenes del Universo que se han ido sucediendo es apasionante.

Hermes Trismegisto es el nombre griego de un personaje mítico que se asoció a un sincretismo del dios egipcio Toth y el dios heleno Hermes. Hermes Trismegisto creó la alquimia y desarrolló un sistema de creencias metafísicas que hoy es conocida comoHermética. Entre las obras que se le atribuyen, destaca la famosa Tabla Esmeralda, considerada como la llave de la sabiduría antigua.

El mensaje del conocimiento hermético se puede sintetizar en lo siguiente: La unidad del ser y la unidad de la armonía de las cosas, según las escalas ascendente y descendentes; la evolución progresiva y proporcional de la Palabra; la ley inmutable del equilibrio y el progreso graduado de las analogías universales; la correspondencia entre la idea y su expresión, proporcionando una medida de semejanza entre el Creador y lo creado. La Tabla Esmeralda expresa la trinidad que rige la Naturaleza entera. El ternario o los tres mundos. La tesis, la antítesis y la síntesis de la Filosofía.

Verdadero, sin falsedad, cierto y muy verdadero:
lo que está abajo es como lo que está arriba,
y lo que está arriba es como lo que está abajo,
para realizar el milagro de la Cosa Única.

El Kybalión, Hermes Trismegisto

De este modo, Hermes ya anticipaba un conocimiento científico actual: que lo pequeño es como lo grande, el micro y el macrocosmos se complementan a través de una sincronía que opera en todos los niveles. Esto llevó al ser humano desde siempre a explorar dichas relaciones, dando surgimiento a la astrología, que ha evolucionado a través de los tiempos, hasta la moderna Cosmobiología. 

El nacimiento de la cosmología moderna puede situarse hacia 1700, con la hipótesis de que las estrellas de la Vía Láctea pertenecen a un sistema estelar de forma discoidal, del cual forma parte el propio Sol; y que otros cuerpos nebulosos visibles con el telescopio son sistemas estelares similares a la Vía Láctea, pero muy lejanos. La moderna Cosmobiología viene a ser una ciencia de síntesis, a la que el Dr. Raynaud de la Ferriére, en su calidad de Presidente de la Federación Internacional de las Sociedades Científicas, calificó en 1947 como una ciencia de ciencias del futuro, que se caracteriza por utilizar el conocimiento de las leyes objetivas para transformar activamente y hacer evolucionar al mundo mediante su metodología interdisciplinaria. Las ciencias en las que se apoya son la Astronomía, la Astrofísica, la Biología y la Sociología.

Repasemos los antecedentes de la Cosmobiología: La Astrología es una práctica antigua que diferentes civilizaciones parecen haber desarrollado independientemente. Los caldeos, que vivieron en Babilonia (hoy Irak), habían desarrollado ya en 3000 A.C. una de las formas originales de la astrología. Los chinos la practicaban en el 2000 A.C. En la antigua India y en la civilización Maya en América se desarrollaron otras variedades.

Actualmente, a la Astrología se le añade la Astronomía para dar lugar al concepto de “Cosmobiología”, sustentado por el Dr. De la Ferriére en sus obras “Los Grandes Mensajes” y "Propósitos Psicológicos”. Bajo este término la definimos como la ciencia que estudia la acción de las corrientes del espacio sobre las distintas formas de vida, incluyendo al hombre en todas sus manifestaciones.

Por su parte, la Astronomía es la ciencia que se ocupa de los cuerpos celestes del Universo, incluidos los planetas y sus satélites, los cometas y meteoros, las estrellas y la materia interestelar, las galaxias y los cúmulos de galaxias. La astronomía moderna se divide en varias ramas: la astrometría, el estudio mediante la observación de las posiciones y los movimientos de estos cuerpos; la mecánica celeste, el estudio matemático de sus movimientos explicados por la teoría de la gravedad; la astrofísica, el estudio de su composición química y su condición física mediante el análisis espectral y las leyes de la física, y por fin, la cosmología, el estudio del Universo como un todo.

La Cosmobiología en realidad es una intersección en la que se cruzan la Astrología y la Astronomía, que se basa en cálculos como los puntos medios y las estadísticas para hacer predicciones precisas sobre sucesos y personas. Es una ciencia experimental de observación que estudia las relaciones entre el ser humano y el cosmos y que enseña a conocer la historia de la humanidad en su proceso evolutivo.

La Cosmobiología es una "disciplina científica" relacionada con la posible correlación entre el cosmos y la vida orgánica y los efectos de los ritmos cósmicos y el movimiento estelar en las personas, con todos sus potenciales y disposiciones, su carácter y los posibles giros del destino. También investiga estas correlaciones y efectos reflejados por la vida vegetal y animal de la Tierra en su conjunto. En este esfuerzo, la Cosmobiología utiliza métodos modernos de investigación científica, como estadísticas, análisis y programación de computadoras. Sin embargo, es de suma importancia, en vista del esfuerzo científico realizado, no pasar por alto las interrelaciones macrocósmicas y microcósmicas que no pueden ser medidas.

La Cosmología es la ciencia cuyo objeto de estudio es el Universo. Llamamos Universo al conjunto de todo lo que es observable y medible, de todo aquello de lo cual nos llega alguna información, y que por tanto podemos estudiar de forma científica. La Cosmología se ocupa de proporcionarnos una descripción de cómo es el Universo en la actualidad, cómo fue en el pasado y cuál será su futuro.

La Cosmobiología estudia los ciclos humanos, las predisposiciones y tendencias, las etapas de éxito o de riesgo que uno pueda tener, y se asienta sobre la comprensión de las causas y de los efectos, también conocida como Ley del Karma.  Es un conocimiento tanto científico como espiritual, y se proyecta sobre la base de las predisposiciones a las que estamos sujetos, no a las determinaciones.

Esta ciencia nació cuando se empezaron a estudiar los períodos de las manchas solares y los efectos que producían a nivel social y de salud. En estos estudios, se constató que cada once años, cuando se presentaban estas manchas, había epidemias y cambios sociales. 

Dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére en sus obras, que “la Humanidad entera necesita educarse de nuevo porque se ha alejado de las leyes naturales de la existencia”. Nos explica que los Yoghis, ya sean ascetas aislados en cuevas del Himalaya, o peregrinos de la India, o estén mezclados entre la multitud de las grandes urbes, permanecen inmutables, imperturbables y destacados frente a las reacciones comunes de los humanos, pues vibran en una tonalidad o frecuencia universal.

La Yoga es precisamente el camino que nos enseña a experimentar que existe un paralelismo entre el macrocosmos y el microcosmos, tal como aseguró Hermes Trismegisto. Por ejemplo: nuestro corazón late 4 veces cuando respiramos una vez, todo como para recordar que la Luna efectúa su revolución alrededor de la Tierra en cuatro períodos distintos; respiramos 18 veces por minuto, así como en 18 años se efectúa la mutación del eje terrestre en relación con la Luna. En fin, somos uno con el Universo, somos parte intrínseca de él.

Cada vez que respires, date cuenta de que eres uno con el aire que entra en ti y que sale de ti. Cada vez que el correr de la exigencia cotidiana te domine, recuerda que estás vivo, que respiras, que tu corazón late, que cada célula de tu cuerpo está viva, que cuando miras hacia afuera tu entorno es igual a ti, que el planeta en que vives es igual a ti, y que también respira y está vivo. Entrar en la conciencia de ti mismo y de lo que te rodea es precisamente hacer YOGA.

La cosmología, en su evolución y desarrollo, nos ha proporcionado unas ecuaciones muy importantes relacionadas con la evolución del Universo, así como también de una inspección general del modelo del Big Bang como Modelo Cosmológico. La premisa central en la cosmología moderna es que, al menos a gran escala, el Universo es homogéneo e isotrópico. Esto ha sido inferido de las observaciones, más espectacularmente de la cuasi igualdad en la temperatura de la radiación cósmica de fondo.

La piedra angular de la cosmología moderna es la teoría de la nucleosíntesis, donde se explica la abundancia primordial de los elementos más livianos en la tabla periódica. Esta teoría se apoya en el modelo del Big Bang, y su éxito nos asegura que el modelo da una correcta descripción del Universo empezando en alguna época antes de la generación de los elemento, livianos, la nucleosíntesis.

En un pasado muy remoto, inmediatamente después del Big Bang, el Universo estaba muy caliente. Estaba formado por partículas muy energéticas, muy masivas, que no existen en el universo actual. Al expandirse, la concentración de energía fue disminuyendo, y las partículas masivas fueron desintegrándose, dando lugar a partículas más estables, que son las que existen en el Universo actual. La materia del Universo formaba un plasma que llenaba todo el espacio. 

Un plasma es como un gas, pero formado por partículas cargadas, protones y electrones. Los gases a los que estamos acostumbrados en la Tierra están compuestos por átomos o moléculas neutros, sin carga eléctrica. Sin embargo, a temperaturas muy altas, esos átomos se mueven a tal velocidad que se rompen al colisionar y quedan libres sus constituyentes elementales, los núcleos atómicos, los protones y los electrones. El gas de partículas cargadas, al contrario que el de partículas neutras, no es transparente. La luz interacciona, y está en continua colisión con las partículas cargadas. Así pues, ese plasma que llenaba el Universo primitivo era como una sopa formada por protones, electrones y fotones, en continua colisión unos con otros.

El siguiente hito en la historia del Universo tiene lugar 380.000 años después. La temperatura ha descendido mucho, y es de unos 3.000 grados. A estas temperaturas los electrones se unen a los núcleos, formando átomos neutros. Antes esto también sucedía, pero los átomos se rompían inmediatamente por efecto de las colisiones. A menos de 3.000 grados, los choques no destruyen los átomos, estos ya son estables. De repente, el Universo pasa de ser un plasma de partículas cargadas a convertirse en un gas formado por Hidrógeno y Helio.

Después de este periodo, el Universo está lleno de gas. Al seguir la expansión este gas se va agrupando y formando estructuras, regiones de mayor densidad. Es en esas estructuras en las que se forman las primeras galaxias, y en ellas las estrellas y planetas, hasta llegar a la configuración del Universo actual. Esa es la energía del universo primigenio convertida en lo que nosotros llamamos materia. Según Hermes Trismegisto, esa energía es el medio creador, el fuego pantomórfico, el gran medio de la fuerza oculta, en una palabra, la Luz Astral o Voluntad Universal.

Para Hermes, esta Luz es una fuerza que puede ser aplicada como una palanca, como disolvente universal y como medio formativo y coagulativo.

La verdad debe ser contemplada: 1) En su triple aspecto, es decir. Que representa a lo Físico, Metafísico y Espiritual.

De esta Filosofía, nos ha hablado Aldous Huxley, autor contemporáneo, que la designa con el nombre de Filosofía Perenne. Ahora bien, la construcción filosófica que hace El Kybalión, está basada en siete principios básicos, considerados éstos, como Principios Universales de la creación y son los siguientes:

1.- MENTALISMO

2.- CORRESPONDENCIA

3.- VIBRACIÓN

4.- POLARIDAD

5.- RITMO

6.- CAUSA Y EFECTO

7.- GENERACIÓN

 

Y en un fragmento del libro de Hermespodemos leer: “Escuchad en vosotros mismos y mirad en el Infinito del Espacio y del Tiempo. Allí se oye el canto de los Astros, la voz de los Números, la armonía de las Esferas. Cada sol es un pensamiento de Dios y cada planeta un modo de este pensamiento. Para conocer el pensamiento divino, ¡Oh, almas!, es para lo que bajáis y subís penosamente el camino de los siete planetas y de sus siete cielos. ¿Qué hacen los astros? ¿Qué dicen los números? ¿Qué ruedan las Esferas? ¡Oh, almas perdidas o salvadas!: ¡ellos dicen, ellos cantan, ellas ruedan, vuestros destinos!”.

 




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