jueves, 31 de mayo de 2012

CHAKRAS: EL TRIÁNGULO INFERIOR, DE LA IRA A LA ACCIÓN




Uno de los motivos (entre muchos otros) para comenzar a practicaqr yoga es nuestro deseo de ser más espirituales. Sin embargo, no podemos ser espirituales si estamos llenos de ira y temor. Tenemos que limpiar o transmutar nuestra ira y temores para dar cabida al espíritu y al amor. 
La ira es energía del chakra umbilical, el tercer chakra: Manipura. Es "enojo en acción." Cuando nuestro chakra umbilical es fuerte, tenemos energía para pasar a la acción y lograr cosas. Cuando es débil, tenemos dificultad para actuar por nuestra cuenta. Cuando no podemos actuar, nos sentimos como víctimas de personas, fuerzas, autoridades y sistemas políticos o económicos exteriores. Y de hecho, cuando no pasamos a la acción para lograr satisfacer nuestras necesidades y hacer lo que queremos y deseamos hacer, generalmente somos víctimas. Aquellos con una débil voluntad o un débil centro del ombligo son presas fáciles de los que viven de la manipulación, el mando y la explotación de otros a través de la intimidación personal, los anuncios publicitarios, el poder político, financiero o la brutalidad. El no tomar acción en nuestro propio nombre y caer preso de la manipulación de fuerzas externas produce ira y rabia interior.

Con raras excepciones, todos sobrellevamos cóleras no resueltas en nuestro cuerpo y en nuestra psique. Cuando estas heridas son activadas o recordadas, resurgen. Nuestra meta no es librarnos de todas estas reacciones a la vez. El enojo es también una reacción normal y útil en ocasiones. Las emociones son la manera en que se comunica nuestra alma. Cuando experimentamos cólera, estamos recibiendo información de nuestra alma que debemos traducir en mensajes provechosos. Lo que dicen algunos mensajes de ira son: "Esta situación no funciona para mí"; "No malgastes tu energía"; "Pasa a la acción." "Es necesario hacer algo al respecto".
El problema con todas nuestras emociones negativas (ira, miedos, tristezas, etc.) es que estas emociones a menudo no son evocadas en respuesta a una situación actual. Lo que normalmente sucede es que situaciones de la vida corriente evocan heridas o abusos no procesados en el pasado. Una de nuestras mayores metas de la vida es procesar las emociones irresolutas, para que en lugar de ser controlados por nuestro pasado obtengamos información exacta sobre las circunstancias del momento presente. Las emociones no procesadas se almacenan en nuestro cuerpo. El Kundalini Yoga es una poderosa herramienta que ayuda a desalojar estas emociones de nuestro cuerpo y transmutar esta energía en frecuencias más altas.

Una de las maneras más poderosas de salir del estado de desolación al fortalecimiento es cultivar nuestro propio poder interior. Y el lugar apropiado para empezar es el centro del ombligo. Mientras estemos trabajando el punto del ombligo, también trabajamos los dos primeros chakras. Yogui Bhajan decía que una taza sin fondo no va a contener mucho té. Al construir el triángulo inferior, estamos construyendo nuestra base, el fondo de nuestra taza, para que podamos contener el té universal del Amor. Crear el fondo de nuestra taza y vaciar los recuerdos pasados perjudiciales de nuestra taza son dos pasos importantes para realizar la Transición a una realidad centrada en el corazón, donde resided nuestra verdadera personalidad.

A menudo el enojo del pasado se oculta como problemas actuales que frecuentemente asociamos con la depresión , la inquietud, el estar callados, el sentirse víctima, el ser un trabajador empedernido, tener agitación sin motivo aparente, la furia reprimida, etc. El problema básico con la ira no resuelta es que consume nuestra energía vital y no está disponible para vivir nuestras vidas y realizar nuestros sueños. La ira irresoluta crea manchas negras en nuestra psique que producen indecisión, incapacidad para comprometernos e incluso incapacidad para saber lo que realmente queremos en primer lugar.

Es en el triángulo inferior donde logramos el sentido de nuestra propia identidad. Es en los primeros tres chakras donde experimentamos nuestra individualidad. Es en nuestra singularidad en la que nosotros no sólo nos identificamos con quiénes somos, sino también lo que queremos y cómo lograr nuestras metas. Es el PRIMER CHAKRA y nuestra conexión con la Tierra los que nos dan el poder para manifestar, traer a la vida nuestros deseos y lograr resultados. El SEGUNDO CHAKRA nos da el poder para crear. El TERCER CHAKRA nos da la energía para ponernos en acción.
Así que tomemos acción para fortalecer y activar nuestro centro del ombligo y construyamos nuestro triángulo inferior. Son los pilares, los cimientos sobre los que sostener nuestra verdadera identidad, nuestro verdadero YO.

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