domingo, 4 de noviembre de 2012

PRANAYAMA UJJAYI: LA RESPIRACIÓN PSÍQUICA



Se trata de una respiración que no es silenciosa; al contrario, pues cerramos parcialmente la glotis, con lo que el aire sale y entra más despacio, a la vez que produce un sonido regular por la fricción del aire en la glotis.

TÉCNICA:

Sentado en postura fácil o en savasana (postura de relajación). Aplicar mulabhanda y jalandarabhanda.

La glotis son los músculos que rodean la entrada de la traquea, está situada en la base del cuello, junto a la raíz de la clavícula. Cierra parcialmente la glotis (es una contracción ligera de la parta posterior de la garganta) y respira por la nariz de forma lenta y profunda.
Inspira profundamente por la nariz y conduce el aire por la laringe contrayendo la parte posterior de la garganta o base del cuello (así cierras la glotis y eso provoca la fricción del aire y el sonido) Emitirás un sonido por la garganta, que ha de ser uniforme y bajo. Siente como si respirases por la garganta, no por la nariz, para que la fricción del aire sea en la glotis y no en la nariz. Al inspirar amplias al máximo la caja torácica, aquí no hay expansión abdominal, es una técnica de respiración torácica.

Exhala por la nariz de la misma forma, cerrando parcialmente la glotis. El roce del aire produce un calentamiento del cuerpo lo cual puede provocar una sudoración que favorece el proceso de eliminación.
Concéntrate en ese sonido, como si fuese el sonido del mar o el ulular del viento. Ejerce un efecto hipnótico que induce a la calma.

Repetir 5 o 6 veces. Seguir durante 10 o 15 minutos.
Al empezar, la inhalación y la exhalación deben durar el mismo tiempo; posteriormente, con la práctica, se puede duplicar el tiempo de la exhalación.

BENEFICIOS:

Desarrolla la capacidad pulmonar y fortalece los pulmones.
Se oxigena la sangre, lo que beneficia al sistema nervioso, muscular y glandular. El oxigeno circula por el cuerpo libremente, desbloqueando, regulando los diferentes centros de energía y equilibrándolos.
Desciende la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, por la presión suave que se ejerce sobre los senos carótidos.
Proporciona una profunda relajación y concentración, favoreciendo la práctica de meditaciones al ayudar los estados de interiorización. Enfoca nuestra atención al momento presente.
Ayuda a dormir y superar el insomnio. Es buena idea practicar con los niños a la hora de dormir sobre todo si son hiperactivos o tienen trastornos del sueño; también ayudará a los niños asmáticos y a los que tienen debilidad física. En general, favorece al niño a prestar atención y aumenta su sensibilidad.
Con esta respiración eliminas impurezas, así como tensiones en el plexo solar, en el abdomen. Es un pranayama que calienta el cuerpo, refuerza el sistema nervioso y digestivo.

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