martes, 20 de mayo de 2014

LA COLUMNA VERTEBRAL, EQUILIBRIO Y CONCIENCIA




Los primeros seres humanos, en tierra firme, empezaron a alzarse sobre sus dos patas traseras y se convirtieron en bípedos. Gracias a ello también pudieron desarrollar una gran habilidad motora de precisión con sus manos, un hecho que es obvio que fue clave para la evolución de nuestra especie.

En la actualidad, las lumbalgias y los problemas de columna son la segunda afección, después del resfriado, que sufre la población occidental. Además de la vida sedentaria y la falta de ejercicio, no hay que olvidar que la postura del cuerpo va cambiando bajo nuestras influencias emocionales y mentales. Está fuera de duda que una persona adopta una postura diferente si está alegre o si se encuentra deprimido. Si nos sentimos con energía estamos más rectos. Pero si estamos cansados nuestra postura tiende a decaer.

Si en el pasado fuimos forjando una tendencia corporal determinada, en el presente podemos iniciar una nueva etapa al respecto. Se trata de emprender un camino para conseguir una estructura corporal equilibrada, fruto de un equilibrio en todos los aspectos del ser. Hay técnicas como el Yoga que señalan este camino, y la clave es la toma de conciencia. Se trata de tomar más conciencia de nuestro cuerpo: cómo es, cómo funciona, cómo se interrelaciona, qué causas nos desarmonizan y cuáles son las herramientas para recuperar el equilibrio.

El trabajo físico del Yoga sobre la columna vertebral suele ser muy efectivo, puesto que busca este equilibrio corporal. Su práctica promueve la conciencia corporal, ayudando a darse cuenta de los hábitos posturales, de las tensiones innecesarias y, sobre todo, ayudando a calmar la mente y purificar el alma, con lo que se consigue que el cuerpo físico responda más armoniosamente. El Yoga intenta hacer un trabajo de reequilibrar las tensiones en la postura. Se trata de ofrecer, por un lado, relajación a las musculaturas tensas, y por otro lado, fortalecer las musculaturas débiles.


 
La salud de la espalda está muy ligada a la salud de los discos intervertebrales, que sufren un inevitable desgaste a causa de la presión que van soportando con el tiempo, y además hay que tener en cuenta que la presión que reciben los discos intervertebrales aumenta a medida que el cuerpo se aleja de su eje de gravedad, tanto si se trata de una flexión como de una extensión, lateralización o rotación de la columna. Por eso es muy importante ejecutar cualquier esfuerzo con la columna vertebral lo más alineada posible, con el fin de minimizar el riesgo de daños.

Algunos de los ejercicios más comunes y sencillos que la práctica del Yoga proporciona para mantener flexible y saludable la columna vertebral son la extensión del tronco, la flexión de las piernas, las extensiones laterales del tronco, las posturas en cuclillas, las torsiones laterales alternativas, los giros del cuello para descomprimir y tonificar las cervicales, etc.

Hoy en día, además del propio Yoga, hay un sinfín de técnicas que nos pueden ayudar a que nuestra columna esté en forma, flexible y fuerte a la vez. La base de un cambio en nuestra postura es adquirir el hábito de la perseverancia, la voluntad y la conciencia.

Vale la pena el esfuerzo de perseverar, puesto que cuidar de nuestra columna es cuidar de nosotros.





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