miércoles, 17 de diciembre de 2014

PRIMER CHAKRA: YO VIVO Y ESTOY AQUÍ




El primer chakra se llama Muladhara, que quiere decir “Soporte Fundamental”. Está situado debajo del hueso sacro, en el cual reside la energía kundalini. Podríamos decir que el lema del Primer Chakra es "YO VIVO". En el primer chakra estamos defendiendo nuestra supervivencia. Está relacionado con la energía física y el deseo de vivir en la realidad física que cada persona posee. Es el emplazamiento de la fuerza vital en el plano físico. El primer chakra ancla el ser físico a la fuerza de la Tierra y le da estabilidad. Cuando este chakra está funcionando apropiadamente y en equilibrio, se tiene una mayor vitalidad, valor y confianza en sí mismo, ayudando a liberar los viejos patrones de supervivencia y escasez para vivir desde la abundancia.

Su color es el Rojo. Su elemento, lógicamente, la tierra. Tiene como órganos asociados el ano, el recto, los tejidos de la región pélvica inferior, los huesos y la médula ósea. Las glándulas endocrinas asociadas a él son las glándulas suprarrenales, que producen básicamente las hormonas cortisol y adrenalina. También está relacionado con el sistema excretor y los procesos de eliminación, los pies, las piernas, y el intestino grueso. El primer chakra nos conecta con la Tierra, se relaciona con emociones como el miedo y la seguridad, y es la sede de nuestro instinto básico de supervivencia.

¿Cómo percibe y vive la persona conducida principalmente por el primer chakra? Es una persona reactiva. Reacciona inmediatamente a la sucesión de estímulos. Intenta fomentar una vida armónica, coherente, responsable, comprometida con el propio crecimiento interior y el servicio desinteresado.
Muladhara apela directamente al mundo material. Su arquetipo es la madre Tierra, y por lo tanto este chakra debería estar en completa conexión con ella. Este primer chakra se ocupa de los asuntos referidos al dinero, la alimentación, el hogar, el cuerpo, los deseos materiales, etc. Hemos de ser conscientes de que una vida feliz y plena pasa también por un buen entendimiento y conexión con el mundo material.

¿Cómo saber si nuestro primer chakra está equilibrado? ¿Eres una persona demasiado realista o demasiado idealista? ¿Te dicen a menudo que estás en las nubes o que fantaseas demasiado? ¿Te critican por tu realismo, por tu pesimismo? Ambos casos indican un chakra primero desequilibrado. Gracias al buen funcionamiento de este chakra, pueden disminuir sin ningún esfuerzo tu agresividad, tu inseguridad, tus miedos, tu estrés… Casi todo lo que implique un contacto con la Tierra sirve para tomar fundamento y adquirir seguridad y fortaleza. Saltar, correr, bailar con música de ritmos monótonos y fuertemente acentuados es idóneo también para activar el chakra raíz, donde no hay que olvidar que reside en estado latente la energía Kundalini.

El contenido energético del primer chakra es el poder tribal. La palabra «tribu» no sólo es sinónimo de familia, sino que es también un arquetipo, y como tal tiene connotaciones que trascienden su definición más tradicional. En su sentido arquetípico, la palabra connota identidad de grupo, fuerza grupal, fuerza de voluntad grupal y creencias de grupo. Todos esos significados constituyen el contenido energético de nuestro primer chakra. El primer chakra nos conecta y afirma; es nuestra conexión con las creencias familiares tradicionales, que favorecen la formación de la identidad y la sensación de pertenecer a un grupo de personas de un lugar geográfico determinado. El primer chakra es el cimiento de la salud emocional y mental. La estabilidad emocional y psíquica se origina en la unidad familiar y el primer entorno social. Diversas enfermedades mentales se generan a causa de disfunciones familiares, entre ellas las personalidades múltiples, el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión y los comportamientos destructivos como el alcoholismo y las adicciones.

La verdad sagrada inherente al primer chakra es que Todos somos uno. Aprendemos esta verdad y exploramos su poder creador mediante las experiencias conectadas con la dinámica tribal o de grupo. Esta verdad conlleva el mensaje de que estamos conectados con todo lo que vive y que cada opción que hacemos y cada creencia que tenemos influyen en la totalidad de la vida. Esta verdad tiene su expresión física en el honor, la lealtad, la justicia, los lazos familiares y de grupo, la conexión y la afirmación, la necesidad de cimiento espiritual y la capacidad de utilizar el poder físico para sobrevivir. Comenzamos a descubrir que Todos somos uno cuando empezamos la vida en el seno de una tribu o familia.

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