jueves, 10 de mayo de 2012

MANTRAS Y CURACIÓN: CANTA Y SÉ FELIZ




La energía y la materia, tal y como nos muestran los últimos conocimientos científicos relacionados con la física, son intercambiables; son simplemente diferentes manifestaciones de los mismos constituyentes universales que aportan energía al aspecto mental, emocional y espiritual de una persona, formando la base de nuestra existencia física.
Para conectar con estas energías sutiles universales, algunas culturas ancestrales, cuyos postulados todavía perviven y van siendo adoptados poco a poco por hombres de ciencia, investigadores, músicos y terapeutas, se sirven de energías vibratorias como el sonido como herramienta de sanación. En Oriente, una de estas líneas terapéuticas antiguas como las sociedades humanas que utilizan el sonido como método de tratamiento de las enfermedades y los desarreglos emocionales y mentales es el canto de mantras.
En concreto, la Curación Mántrica se concentra en el uso de mantras antiguos y secretos: a veces encapsulando la esencia de sonidos naturales y a menudo utilizando palabras antiguas del Sánscrito y de otras lenguas tibetanas como el Gurmuki o el Punjabi.

 ¿Qué es un Mantra? Pues nada menos que la energía pura del sonido. El sonido en su más esencial y pura manifestación tiene una potencialidad infinita, por lo que recitar mantras es una forma de conectar y trabajar con energías muy específicas y sutiles. La Curación Mántrica utiliza estas técnicas para curar. Mantra es una palabra sánscrita, que viene de la antigua India. Literalmente, quiere decir “salvar a la mente del sufrimiento y de la enfermedad”. Y puedes apostar a que lo hace.
A menudo cuando la gente oye la palabra mantra, piensan en la religión budista o hindú, y asocian la palabra mantra a una forma de rezo. En general, eso es porque estas religiones utilizan la energía de los mantras para conseguir un fin espiritual. Pero hay otras aplicaciones de los mantras, menos conocidas, como la Curación Mántrica, el uso de  mantras específicos para curar enfermedades. 

Hay muchos Mantras diferentes para una gran variedad de problemas mentales y físicos. Los mantras tienen efectos curativos a través de la función de interdependencia. En la medicina tradicional tibetana, la finalidad de curar no se enfoca nunca un solo punto, como en la medicina occidental. Cada órgano o parte específica del cuerpo está conectado con muchos puntos diferentes y relacionados entre sí. Por lo cual la Medicina Tibetana no sólo se centra en un punto, si no sobre varios. En la Medicina Tibetana se asume que para que la enfermedad esté presente, existe una forma de trastorno subyacente sutil y energético. La Curación Mántrica utiliza la energía del sonido para curar los trastornos subyacentes energéticos, tratando la raíz de la causa, y también los factores causantes y relacionados entre sí, en vez de tratar solamente los síntomas.

Existen cientos de mantras diferentes para curar y sanar. Algunos de los mantras son para problemas específicos como los relacionados con problemas digestivos o respiratorios. También existen mantras que cubren las condiciones generales, por ejemplo desórdenes en órganos como el corazón, los pulmones, el hígado, el bazo o los riñones; desórdenes en los sentidos como la vista o el oído; o incluso para aliviar el dolor exclusivamente. Muchos de ellos, al menos los más poderosos (Mool Mantra, Sat Nam, Adi Mantra, etc.) pueden intervenir directamente en el refuerzo de nuestra seguridad personal, nuestra creatividad, nuestra capacidad de expresión, nuestro equilibrio emocional, o nuestro contacto con nuestra verdadera personalidad.
Los efectos de curación por los mantras pueden ser sorprendentemente poderosos, profundos, y a veces pueden llegar mucho más lejos que los efectos de los medicamentos farmacéuticos. La curación por los mantras da a menudo resultados muy rápidos que son particularmente evidentes en enfermedades donde se han probado otras medicinas y no han sido efectivas.

Curar a través de los mantras se ha practicado desde hace miles de años. Sus orígenes pueden ser encontrados en el Tíbet primitivo, Mongolia e India. Los conocimientos más antiguos de Curación Mántrica los posee la tradición Bonpo en el Tíbet. Literalmente, Bonpo significa “el que canta”. También hay mantras curativos que tiene su origen en la religión budista o hindú. Mientras los mantras espirituales son generalmente considerados como ‘cerrados’, lo que quiere decir que sólo un seguidor de esta fe puede recibirlo, los Mantras Curativos no tienen esa restricción. Cualquiera que esté interesado puede recibir la transmisión de los mantras curativos.
La primera vez que se hace constancia de los mantras utilizados como método de curación es en el famoso texto de Medicina Tibetana conocido como Bum shi. El autor de este texto fue Chebu Trishe, el primer físico tibetano. Era el hijo de Sherab Miwoche, el fundador de la tradición filosófica Bon que vivió hace aproximadamente 3.900 años.

En esta época moderna, con todo el estrés y la ansiedad que enfrentamos, necesitamos desarrollar modos de equilibrar y armonizar nuestra energía. Por supuesto, esto es importante para la salud, tanto física como mental y espiritual. Pero lo más importante es que puede apoyar nuestro crecimiento personal y ayudar a transformarnos. Ese es el propósito de estas antiquísimas prácticas, ayudar apoyando a la gente en su desarrollo. Esa es la razón más importante para cantar mantras.

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