martes, 13 de diciembre de 2011

POSTURA DE RELAJACIÓN O CADÁVER (SAVASANA)




El significado sánscrito de "sava" es "cadáver". A pesar de la aparente simpleza de su ejecución, esta asana produce enormes beneficios psíquicos y físicos, siempre y cuando sea ejecutada con la actitud adecuada y la mente consciente.

En esta postura se debe ser consciente de cada músculo y cada parte del cuerpo, y, ayudados por la respiración vamos realizando una relajación paulatina del cuerpo. Esta postura renueva enormemente las energías físicas y nerviosas, brindando un estado de profunda serenidad y descanso. Renueva también el sistema nervioso. 

EJECUCION: Nos extendemos boca arriba, en el suelo, con los pies algo separados entre sí; posición perfectamente natural, con los brazos también algo separados del tronco y los dedos un poco doblados, con naturalidad, y las palmas mirando hacia arriba. Hacemos dos o tres respiraciones completas con la clara idea en la mente de que ahora nos vamos a relajar por completo. Acto seguido, afloja todo el cuerpo anulando la fuerza de todos los músculos; empieza por los brazos y las piernas; prosigue con el vientre y el pecho, la cabeza, el cuello y la lengua, y finalmente afloja el interior de la cabeza. Haz este relajamiento progresivo con calma, en el momento de las exhalaciones. Procura que tu conciencia quede en todo momento bien despierta, dándote perfecta cuenta de lo que estás haciendo. Una vez consigas esta relajación muscular, lo que puede requerir bastantes días de prácticas, procura, entonces y no antes, disminuir el flujo de ideas e imágenes que vienen a la mente, sustituyéndolas por la noción general de calma, tranquilidad y descanso. Después de repetidos ensayos, si perseveras pacientemente, verás cómo consigues este especial estado de profunda tranquilidad y de serena alegría, que es la indicación de que has llegado a un grado muy apreciable de relajación integral.

Aunque no hay inconveniente en prolongar la duración del Savasana, al principio es mejor no pasar de 10 o 15 minutos. Después, poco a poco, puedes ir aumentando el tiempo hasta media hora. Se practica siempre al final de los demás asanas o de la kriya. 

Esta postura es considerada por los maestros del Yoga como la más difícil de las asanas. Para poder relajar consciente y voluntariamente toda la musculatura, es recomendable haber adquirido antes el dominio del cuerpo y también de la mente. ¡Pero no desesperes! Efectivamente, no se puede llegar sin más preparación que la buena voluntad a calmar la mente y a relajar profundamente el cuerpo. Es preciso un adiestramiento progresivo y constante, así que ten paciencia. Las posturas del Yoga, por el hecho de hacer tomar conciencia, poco a poco, de los grupos musculares, que normalmente permanecen en el plano subconsciente, facilitan el poderlos aflojar con más facilidad en el momento de practicar este asana de relajación general. 

También es recomendable acompañar la relajación con música suave o con algún mantra que te inspire y te guste especialmente. Al terminar la relajación, recuerda que has de abandonar la postura poco a poco; primero, mueve los dedos de manos y pies, luego haz giros de muñecas y tobillos, luego realiza un par de estiramientos de gato, y por último haz unos pocos balancines antes de sentarte o ponerte de pie.

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