lunes, 11 de junio de 2012

EL CUERPO ENERGÉTICO: LA CURACIÓN A TRAVÉS DE LOS CHAKRAS Y EL SISTEMA ENDOCRINO




En el Universo sólo existe energía, la cual se manifiesta como muchas variadas energías que le dan forma. También los cuerpos del ser humano (físico, mental, emocional), o vehículos de manifestación, están constituidos por unidades de energía.     
El cuerpo etérico o energético está compuesto totalmente de líneas de fuerza (nadis) y de puntos donde esas líneas se cruzan, formando al cruzarse cen­tros de energía (chakras). Los chakras determinan el punto de evolución del ser humano, y actúan directa­mente sobre el cuerpo físico por medio del sistema endocrino. Este punto debería tenerse muy en cuenta porque significa que trabajar con esos chakras y glándulas que rigen la zona particular del cuerpo donde está localizada la enfermedad o el malestar, es un paso necesario para la curación y la sanación.


La enfermedad (cuando no es debida a un accidente) surge de la actividad o inactividad de los chakras. Esos chakras rigen el sistema endocrino, que a su vez controla las siete zonas principa­les del cuerpo físico y es responsable del correcto funcionamiento de todo el organismo, produciendo efectos fisiológicos y sicológicos mediante la segregación de hormonas y otras sustancias inyectadas directamente en el sistema sanguíneo. Las glándulas constituyen un gran sistema vinculador dentro del cuerpo; ponen todas las partes del cuerpo físico en mutua relación y también relacionan a la persona con sus patrones energéticos y con la corriente sanguí­nea, el portador de la vida a todas las partes del cuerpo.
La enfermedad, la incapacidad física de todo tipo, y los numerosos y diversos aspectos de la mala salud, pueden atribuirse directamente a la condición de los chakras, pues ellos determinan la actividad o la pasividad de los nadis (cuerpo etérico o energético), que a su vez afectan al sistema nervioso, haciendo que el sistema endocrino actúe de una manera u otra, siendo la corrien­te sanguínea la responsable de distribuir esta condición a todas las partes del cuerpo.

Es conveniente conocer la correcta relación entre un chakra determinado y la glándula correspondiente, que es la siguiente:

             Chakras                                                                   Glándulas
Sèptimo Chakra (Sahasrara)...........................................Glándula pineal
Sexto Chakra (Ajna) .......................................................Glándula pituitaria
Quinto Chakra (Vishudda) .............................................Glándula tiroides
Cuarto Chakra (Anahata) ...............................................Glándula timo
Tercer Chakra (Manipura) .............................................Páncreas
Segundo Chakra (Swadisthana) .....................................Gónadas (testículos y ovarios)
Primer Chakra (Muladhara) ..........................................Glándulas adrenales o suprarrenales

El sistema endocrino es la tangible expresión de la actividad del cuerpo y sus siete chakras. Los siete centros de fuerza se encuentran en la misma zona en que están localizadas las siete glándulas principales, y cada centro provee del poder y la vida de la corres­pondiente glándula que, en realidad, es su exteriorización física.
Como ya se ha apuntado, las causas principales que predispo­nen a las enfermedades del organismo físico son la subestimulación o superestimulación de los chakras. En consecuencia podríamos establecer la premisa de que las enfermedades son autoengendradas, y no el resultado del con­tagio, de la infección o de accidentes; son causadas por el fracaso, la limitación, la deficiencia o excesiva eficiencia, y por el súper o subdesarrollo del sistema endocrino. El sistema glandular de se­creción interna, por intermedio de las hormonas, afecta todas las partes del organismo físico a través de la corriente sanguínea, y podría decirse que cuando las glándulas de secreción interna están perfectamente equilibradas y funcionan correctamente, no hay zonas enfermas en el cuerpo.

Así pues, la sanación y el equilibrio son posibles sin trabajar directamente con el cuerpo físico, sino sobre el cuerpo energético o etérico y las energías vitales, dejando que esas energías hagan impacto sobre el cuerpo físico de acuerdo a una intención dirigida. Es por la correcta distribución de la energía que se aliviarán los males del cuerpo físico del individuo, y también sus dolencias psicológicas y emocionales.

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